¿QUIÉN ES

PORFI BALOA?

Víctor Porfirio Baloa Díaz, más conocido como Porfi Baloa, es un músico, compositor, productor y arreglista venezolano. Es el creador y director de la reconocida agrupación Adolescentes Orquesta. Nacido en Caracas el 19 de Septiembre, desde temprana edad demostró un talento excepcional para la música, destacándose como pianista y compositor.

Con una trayectoria musical sólida, Porfi Baloa ha dejado una huella imborrable en la industria, habiendo sido parte de agrupaciones de renombre como Las Vibraciones y Dimensión Latina. Además, es el artífice de la exitosa orquesta juvenil Salserín, donde no solo ejerció como pianista, sino también como productor musical.

Su labor como pianista, arreglista y director en Adolescentes Orquesta ha sido intensa y enriquecedora, contribuyendo significativamente al éxito y reconocimiento del grupo. Porfi Baloa es sinónimo de calidad y profesionalismo en la música, y su legado perdurará en el tiempo como un referente indiscutible en la escena musical internacional.

HISTORIA REDACTADA

Porfi nace al final de los 70 en la cruz roja de Caracas, Venezuela, pasando toda su niñez y crianza en la calle 16 de los jardines del valle; ya cuando tiene uso de razón a los 3 o 4 años, en el ambiente era la época de la salsa dura, donde se destacaban: El sello Fania, Dimensión Latina, El Sexteto juventud, Los Dementes entre otros. A pesar de que los padres de Porfi tenían un pick-up viejo en su apartamento, ellos escuchaban ranchera y baladas de la época, pero a diferencia de sus hermanos mayores, ya escuchaban lo que se oía en el barrio: música latina, salsa.

Porfi siendo el hermano menor, el hermano mayor con 10 años de diferencia, dormían en una habitación con una litera. Este tenía un reproductor el cual tenía 5 caseteras repletas de pura salsa y solamente dos casetes de Donna Summer. Su hermano colocaba música día y noche sin importar que su hermano tenía 3 años y lo único que hacía era tener un tetero, un chupón y escuchar la música en esa habitación.

Al pasar los años este niño se vio influenciado de todo lo que escuchaba pero no ponía atención a los cantantes sino a la música que se escuchaba en ese reproductor viejo. Sus padres y su hermano mayor, en oportunidades, al ver que le llamaba la atención, le compraban maracas y guiros; al ir creciendo, agarraba potes de pintura y de leche e imaginaba que eran unas tumbadoras y simulaba la música que escuchaba. Al asomarse a la ventana y ver el panorama, toda la música que se escuchaba a su alrededor era pura salsa de la época.

Al pasar dos años sus padres empiezan a preocuparse por qué él no bajaba a la cancha a jugar sino que prefería quedarse en su habitación tocando con esos juguetes. Un día salía a la sala y ya reconocía y diferenciaba los discos de música ranchera de los discos de salsa. No llegaba a poner los discos por su tamaño y tenía que agarrar un banquito para poner la música que él quería.

Un día lo encontraron con una escoba y la música sonando y vieron cómo él simulaba y tocaba con una escoba. Al ver esto, su hermano agarró las maracas simulando que era Wladimir y él que era Oscar y disfrutaba una eternidad ese juego. Al ver a sus padres la inquietud a punto de enfermedad de esas reacciones, un día le preguntaron qué quería de Niño Jesús, y él pidió un timbal.

Llegó un timbal de mala calidad, pero lo suficiente para ser feliz e imaginarse que estaba con las mejores orquestas del mundo, luego los vecinos se quejaban de la bulla y no hallaban qué hacer con el niño Porfi.

Un día su papá lo asciende del trabajo y pasa a ser administrador del cementerio general del sur, mejorando un poquito la economía de la familia. Ya salen del pick-up viejo y compran un equipo minicomponente. Grupos como La fanía, Willie Colón, Dimensión latina, estaban en su apogeo en los años 75 y 76.

Un día en la casa había un sombrero mexicano ya que a sus papás lo que les gustaba era la música mexicana y tenía una guitarra vieja. Porfi, en su cabeza, le pidió al Niño Jesús un micrófono. Cuando le preguntaron si quería cantar, él dijo que no, lo que tenía en su mente era quitarle las cuerdas a la guitarra y dejar dos para simular un bajo tal cual veía en la televisión. Metía el micrófono en el equipo de sonido, para que sonara más duro. En una oportunidad lo regañaron y le pegaron.

Como a los 9 años en la escuela no tenía tan buenas calificaciones pero consiguió dos amigos que lo entendían en su mundo. Uno era Chelín José Luis Verá, que tocaba timbal y le mentía diciendo que tocaba con la 5ta galaxia. El otro era Luis Perdomo, uno de los mejores pianistas actualmente en el jazz.

Todos comprendían que esas edades de 9 a 11 años se reunían para hacer las tareas, pero en realidad lo que hacían era meterse al cuarto de Porfi a tratar de hacer un grupo.

Porfi agarraba una escalera y le daba como si fuera una conga. Chelín agarraba el timbal de mala calidad, y había un órgano viejo que su papá le regaló con aspiraciones de que Porfi lo tocara, pero a Porfi no le gustaba, por lo tanto, le tocaba a Perdomo, porque a él sí lo pusieron a estudiar desde los 6 años con Gerry Weil.

Poco a poco lucharon hasta conseguir una conga barata, y ya el grupo se conformaba de conga, timbal y un órgano donde Perdomo hacía el piano y el bajo con los pies solamente en la habitación para jugar. Al pasar el tiempo, se pusieron más ambiciosos y quisieron armar un grupo. El cual llamaron La Reflexión, allí incluyeron a Mocho en el bongo, Antonio Luna en la conga y Arturo cantando.

Porfi quería tocar el bajo, pero no tenía ni sus papás tenían para comprárselo. Porfi le pedía a su abuelo que lo llevara a Musiyama en Propatria para solo ver el bajo en la vidriera; el bajo costaba 1.000 bolívares, 250$. Fueron como 20 domingos solo a ir a Propatria para contemplar el bajo en vidriera. Su abuelo y su papá, con tanto sacrificio, lograron llegar y compraron el bajo. Con ese bajo arman La Reflexión y empezaron a tocar en todas las barriadas y los cerros del valle. Aparte de que fue la primera vez que se integró un bajo en la Estudiantina de Fe y Alegría. Ganó así todos los concursos de todas las escuelas nacionales y llegó hasta Tío Simón como grupo de planta.

Por otro lado, Reflexión era el único grupo del barrio compuesto por puros niños y una característica importante que tenía este grupo es que no tocaban cover sino puras canciones inéditas y sociales. Llamó así la atención de la agrupación la 5ta galaxia, donde ellos lo adoptaron como sus pupilos.

A todas estas Porfi recibía regaños y pelas de sus padres porque él se escapaba para tocar en estas barriadas sin permiso, ya que no se lo daban, quizá por miedo a que fuera a agarrar algún vicio indeseado, y alegando que gracias a eso no subía sus calificaciones, aunque las calificaciones las subía por ser el director de la Estuantina de Fe y Alegría y así se ganaba las notas.

Porfi nunca estudió piano, pero se iba con su amigo Luis Perdomo, a quien sus padres sí tenían dinero para pagarle clases de jazz con el maestro Gerry Weil. Porfi, como invitado, se sentaba como a 7 metros de distancia con una libreta, solo anotar y escuchar lo que el profe Gerry Weil le enseñaba a Perdomo.

En una oportunidad, ya los 12 años, su mamá le propone a Porfi , cansada y rendida, entendiendo que lo que quería era pura música, le propuso si no quería entrar a un conservatorio de música. Porfi aceptó. Empezó a ir a clases, lo que nadie sabía es que él en su mente no quería ni música clásica ni jazz. Él solo quería escribir partituras para hacer arreglos en salsa. En ese tiempo entró otra agrupación de barrio ubicada en las alturas del Cerro de la calle 10 de los jardines del valle llamado Obatalá, donde el timbalero (Humberto Lozada) tenía prácticamente su edad y se hicieron muy amigos, el papá era el dueño del grupo y le apodaban El Salsa. muchos le decían que era un malandro viejo, y su forma de hablar característica pero con una disciplina impresionante.

Es allí donde porfi aprendió la disciplina para tocar con sabor, cadencia y el fundamento la buena salsa. A su vez, en el conservatorio llevaba buenas notas en la práctica escribiendo partituras, más no en la ejecución del bajo porque no le gustaba el arco y no quería tocar música clásica, solo le gustaba tocar el pizzcato como Óscar de León y salsa.

Muchas veces el profesor lo descubrió, él soltando el arco y tocando salsa como el contrabajo, al punto que le pegaba con una regla, hasta un día que Porfi lo enfrentó y le preguntó al profesor académico que opinaba de la salsa y de Óscar de león, este contestó que era un abusador de la música, Porfi siendo niño, ofendido, se le enfrentó, y lo ofendió. Trayendo esto como consecuencia ser expulsado del conservatorio, en ese tiempo, otros compañeros y músicos populares sabían que porfi montuneaba salsa y merengue en el piano entrando a los 80, y convirtiéndose en una locura en Venezuela el merengue, hacía falta un pianista en Caracas típica.

En una discoteca de la Capital, su amigo le ofreció trabajar jueves, viernes, sábado y domingo por 300 bolívares por día. Porfi, acepta el reto sin decirle a sus padres, entonces, a las 6 de la mañana, se fue al liceo. Al mediodía, solo iba a las prácticas del conservatorio en San Agustín y de allí salía a la tasca hasta las 4 de la mañana. Al siguiente día siempre llegaba con olor a cigarro a la escuela y recibiendo infinidades de reclamos y preocupaciones por parte de su madre, pero en ese momento su papá había quedado sin trabajo, por lo tanto, Porfi le rogó a su madre que lo dejara trabajar para pagar el apartamento, la luz y los gastos operativos de la vivienda. Al estar en la tasca le tuvieron que sacar un permiso de menor y cada vez que terminaba el set lo encerraban en un cuarto por si llegaba la policía. Así pasaron 5 años.

Esa tasca dio la posibilidad de que músicos que llegaban después de sus presentaciones vieran su ejecución y empezaron a invitarlo a tocar con otras agrupaciones ya un poco más famosas. José Félix Chacaito, le propone tocar el bajo con Watussi. Al ver a otros músicos en el ensayo, llama su atención, a pesar de su corta edad, le proponen acompañar a Eddie Santiago. Porfi se había acostumbrado a las tascas y las taguara por el pago fijo.

Luego entra a la tasca Manolete, tocaban todo tipo de música. Allí ejecutaba dos teclados, abajo hacia el piano y arriba hacia instrumentos de viento y otros sintetizadores. Ese lugar tenía algo característico: los músicos de otras agrupaciones musicales terminaban y se iban a Manolete a tomarse un trago y a disfrutar. Todos se asombraban al ver la versatilidad de Porfi, echarse el grupo encima, tocando esos instrumentos y llenando el grupo como si no faltara nadie. Un día lo llamaron a la orquesta del ejército para que fuera el pianista. Porfi pidió como condición que le dieran un salvoconducto para que no lo reclutaran en los carritos por puestos, lo querían ascender a sargento primero, pero Porfi quería ser libre.

Por supuesto, tocó con la orquesta en el ejército siguiendo en Manolete. Lo llamaron de los Melódicos en pleno apogeo por su versatilidad al tocar el piano en el merengue, aunque a él siempre lo que le gustaba era el bajo. Estuvo tres meses con melódicos, pero lo pasaron de piano al teclado y se sentía vacío, por todo el trabajo que él hacía con los pianos y el teclado en su tasca Manolete, y decidió regresarse a su tasca.

Su primo Juan Jose Bernal, en oportunidades, lo llamaba para hacerle la suplencia con Billos Caracas Boys. En el ambiente musical popular se corría la voz del grupo Las Vibraciones era la que más tocaba y era catalogada como el Miami Sound Machine en Caracas. Era lo máximo, tocaban de toda música, judía, merengue, rock, pop, pero no salsa.

Todos los músicos comentaban que ese sería el grupo de sus sueños para tocar. Un día llegaron esos directores a la tasca Manolete a observar a Porfi, como detectives. Porfi estaba claro que en esa agrupación estaban los mejores pianistas populares que él idolatraba. Enrico Erriquez y Joel Uriola.

Más, sin embargo, estos directivos le propusieron a Porfi si quería tocar en las Vibraciones . A Porfi le dio miedo, porque no se llevaba con el rock ni con el pop, esa agrupación tenía los teclados más cibernéticos y caros del mercado que ninguna otra agrupación en Venezuela tenía, pero luego Porfi aceptó el reto y también sabía que se lo llevaron por su manera de montunear el merengue tal cual un dominicano, allí aprendió la disciplina de su jefe Enrique Matamoros e hizo sus primeros viajes a Islas Canarias y Miami con el fuerte del grupo que era música judía. Por lo tanto, en los bares, taguaras, restaurantes y esta agrupación de élite, analizaba lo que la gente bailaba y le gustaba a pesar de sus estratos sociales. Teniendo como 8 años con las Vibraciones, también trabajo en oportunidades con Nati y su orquesta, u otras agrupaciones de salsa dura.

Era como su desahogo para salir de la música elitesca que ejecutaba con las Vibraciones. Una vez llamaron para acompañar a Willie González, él se sorprendió de ver a la gente gritando por ese repertorio y pensó qué pasaría si compongo unas canciones. Fue allí donde empezó a soñar para tocar una orquesta pequeña. Eso es lo que le recomendó su padre cuando él tenía 6 años. (Su padre y el vieron a la Dimension Latina en un televisor blanco y negro y le comento en broma por que no hacia un grupo así con sus amiguitos de Ocumare del Tuy donde se iban los fines de semana) pero Porfi no se lo tomo en broma el comentario de su padre. Él veía Billo y Melódicos como un big band con demasiados músicos y se sorprendía de que un sexteto sonaba con más sabor y lograban los mismos resultados en el éxito.

En una oportunidad, cuando pertenecía a las Vibraciones tocando pianos y teclados, como su grupo de planta, recibió una llamada. Porfi no sabía si era niña o niño, puesto su tono de voz sonaba como alguien que no se había desarrollado. Era Juan Alberto Castro, pidiéndole que por favor si podía darle clases de bajo, ya que una vecina le había dicho que conocía a alguien que era músico y era el que aparecía tocando el bajo con Eddie Santiago tocando en la televisión. Porfi sorprendido, nunca imaginó que alguien le pidiera clases, pero igualmente aceptó que lo fuera a visitar. Al llegar Juan al apartamento y pasar la habitación, Porfi aún no sabía si era niña o niño. Porfi contaba con 16 años y Juan con 12.

Porfi le pregunta sin saber por dónde empezar qué música le gustaba y Juan le responde: la salsa me encanta, La Fania. Porfi se vio identificado, y de una vez las clases comenzaron enfocadas en salsa. Al siguiente día, Juan lleva a su hermano menor, con 8 años, quien era Miguelito Castro, Porfi le pregunta que quisiera tocar, y él le responde congas. Porfi de inmediato sacó unas congas viejas que tenía en su apartamento y le comienza a decir la forma de tocar a su manera. Es allí donde tuvo la visión de armar una orquesta de niños. Juan, Miguel y Porfi siempre se quedaban en el apartamento jugando, compartiendo y escudriñando a cerca de la historia de la música latina y sus gustos personales. Lo asombroso es que los 3 estaban conectados en un mismo propósito, por cosas del destino, como una conexión espiritual. Porfi siguió buscando otros músicos de esa edad para confirmar esa agrupación, pero él quería que fuera con dos trombones solamente, a lo Willie colón.

Pensando que, si no pegaban, por lo menos las pérdidas no serían tan grandes en ese tiempo, ya Porfi había empezado con la orquesta de Manuel Guerra fijo cobrando un salario al mes.

Es cuando se retira de las Vibraciones, estando tocando teclados y luego el bajo, sustituyendo a Daniel Silva, bajista que se fue luego al Grupo Niche. Porfi comienza a hacer con lo poco que ganaba. Las grabaciones y los arreglos de sus canciones fueron realizados en un estudio no muy profesional, pero él grababa con todos sus amigos con los que conformó el grupo.

Todos le decían por qué no grababa con músicos profesionales, pero él se negaba porque quería que si en algún momento su música sonaba, quería conservar la esencia y marcar una diferencia en sonido, sonara como sonara.

Luego de realizar su primera maqueta en el Estudio de Said y también intercambiando con Hugo Blanco. Horas de grabación a cambio de arreglos para grabar su primera maqueta. Estando con la orquesta de Manuel Guerra, tenía un Volkswagen viejo e iba a buscar al cantante de Manuel Guerra “Enrique Barrios” para irse al baile. Con un walkman y unas corneticas, pone en su Volkswagen su maqueta y Enrique le pregunta si era una orquesta de niñas. Porfi le responde que ese es su nuevo proyecto. una orquesta de niños.

Enrique, emocionado al llegar al baile de Manuel Guerra, no se aguantó y le comentó que Porfi tenía un proyecto de niños. Manuel Guerra, curioso, va y le pregunta a Porfi que es lo que tiene, y este le muestra la canción y las fotos, según Porfi notó que a Manuel Guerra se le pusieron ojos de dólares en su rostro, pidiéndole de una vez que se asociaran, ya que él tenía conexiones con Sony.

En una reunión antes de llegar Porfi, el ejecutivo y Manuel Guerra se habían cuadrado para grabar la agrupación en Puerto Rico con arreglos de profesionales, dejando a Porfi por fuera de su concepto.

Fueron a Puerto Rico y Porfi veía cómo agarraban sus canciones, quizás la mejoraban, pero no era lo que él quería, porque sonaba como Puerto Rico y él quería que tuviera una identidad Venezolana. Luego Manuel Guerra le pide a Porfi hacer una audición, ya que quería sacar a los cantantes que tenía: Gustavo Morales (el hijo menor de Memo Morales) y Armando Guiñan. Hizo una audición con más de 150 niños, y es cuando Porfi seleccionó a Servando y Florentino, entre otros tres cantantes.

Porfi ya se sentía incómodo porque veía que se le iban de las manos su proyecto. En una oportunidad ensayaban coreografías, Porfi practicaba con Servando y Florentino pero como ellos eran más niños a veces se ponían a saltar en los muebles, la mamá de Porfi llegó del trabajo, y vio esos niños saltando en sus muebles, el regaño que recibió Porfi no fue nada fácil. luego a los días sale un artículo en el periódico Meridiano donde decía “Manuel Guerra crea la primera orquesta de niños” ese día la mamá vio el artículo y llama a Porfi para regañarlo entre groserías le comentó: “Tu traes a esos niños aquí para que me dañen mis muebles y este tal Manuel es el dueño y tú no tienes nada que ver? Porfi indignado del regaño llama a Manuel y le pide explicaciones y este le responde: “Lo que pasa es que a ti nadie te conoce”. luego vino una presentación en el club de sus oficiales en la Rinconada donde tocarían Manuel Guerra, Jerry Rivera y el Gran Combo. Al terminar de tocar Manuel Guerra, Porfi quedó para mirar al Gran Combo, pero Manuel Guerra le dijo a su mánager Pollo crudo: “Dile a Porfi que se vaya“. Luego Porfi agarro su Volkswagen y se fue a su casa como le dijeron, luego lo llama Manuel Guerra como a las 4 de la mañana para decirle que faltaba un set, Porfi le responde: “Yo no sabía nada, y Pollo crudo me dijo que me fuera, que ya habíamos terminado, y que no me podía quedar” Manuel Guerra le responde: “Yo no puedo trabajar con gente así tan yuca“. Fue la excusa perfecta para hacer ver a Porfi como irresponsable y sacarlo del proyecto, a pesar de haber hecho un registro mercantil 50/50 donde Porfi no tenía dinero, lo único que justificaba los 50 de Porfi era su idea que fue arrebatada.

Al pasar un año, los músicos que quedaron por fuera lo llamaban para ver qué había pasado con el proyecto, pero ya Porfi no quería saber nada de eso. Le insistían, pero él decía que ya le habían robado la idea y no había caso sacar el grupo.

Luego llaman a Porfi para acompañar a Celia Cruz en Barranquilla y a Mariana, y Porfi se negó porque estaba decepcionado de las traiciones que le había hecho y las burlas del gremio musical ya que Porfi había vociferado mucho acerca de su proyecto y esto mismo fue utilizado en su contra para burlas. El músico que lo llamó Pablo Santaella estaba desesperado porque no había pianista para acompañar a Celia, ofreciéndole que le presentaría a alguien para mostrar su proyecto, del cual se había enterado.

Estando en Barranquilla , Celia quedó asombrada con su acompañamiento y ahí se le presenta Mendoza para felicitarlo por dejar el país bien parado. Porfi aprovecha de decirle lo que le pasó con Salserin y no pensó en sacar su walkman, ponérselo en sus oídos y mostrar su proyecto.

Al llegar a Venezuela, este empresario lo llamó para que le hablara del proyecto y le preguntó cómo se llamaría al reunirse. Porfi dudaba con el nombre, puesto que el grupo se llamaba “la Nueva Generación”, y Manuel Guerra se lo cambió a Salserin, que fue idea de Iona Capriles (Hija de Renato Capriles). Los muchachos que todavía apoyaban a Porfi ya se habían desarrollado y el nombre que se le vino por su amigo Juan Alberto Castro y Miguelito Castro fue ponerle Los Adolescentes. Mendoza le indica que por qué no le ponía Adolescent's Orquesta. Porfi pregunta: “¿Por qué así en inglés? y él le respondió: “Porque esto va a hacer una orquesta internacional” Porfi pensó: “A este le va a salir una hernia“ De igual forma, al salir del grupo, todos los llamaban los adolescentes. Este empresario le pregunta si quiere grabar de nuevo en un estudio profesional.

Porfi acepta, pero sus condiciones son que iban a grabar con los músicos que él quería. Porfi en el piano y bajo, Juan Alberto en el bajo, Miguel en las congas, Charlie en el bongo, y los únicos profesionales que necesitaría serían, Pablo Santaella en los trombones, Benjamín Brea en el saxofón y Edward Pimentel en los timbales. Conformando así su equipo de grabación.

Es allí donde nace la primera grabación. Reclamando nuestro espacio. Él mismo Porfi escoge el jardín botánico para la foto de la carátula, los uniformes, y busco a su primo Nacho para el arte y la foto de la portada. Lo que no sabía Porfi es por qué Mendoza hizo ver que él pagaba el estudio de grabación, pero no fue así. Estaba fiado, todavía debía el disco de Mariana y es cuando José Mendoza ingeniero de grabación le comenta a Porfi al comenzar el segundo disco “Persona Ideal“ que cuando Mendoza iba a pagar las horas de grabación del primer disco. Porfi con pena ya había realizado algunas presentaciones y termino pagándolas él. Las grabaciones fueron hechas en Los Estudios Intersonido, Caracas Venezuela.

El disco fue culminado una semana santa de 1994 y el proyecto se paró porque su socio Mendoza no tenía dinero y pretendía irse a Colombia ya que Raffi Mercado le había quitado la concesión de RMM en Venezuela, a parte que en ese mismo momento salió del Sello Luis Silva también por problemas económicos con Mendoza, (si bien hacia un excelente trabajo de promoción también habían mañas ocultas, pero Porfi por admiración a su trabajo de promoción dejaba pasar las cosas). Desde la cabina de grabación, Pablo Santaella estaba grabando los trombones y entró la llamada de Mendoza donde le decía que parara la grabación. Santaella le dice que no haga eso, va a ser la peor locura que va a cometer en su vida, puesto que los temas que estaba grabando nunca había escuchado algo así. El disco sale en diciembre del 1994 y dio un éxito rotundo el primer track de ese álbum "Anhelo"…

Próximamente continuare con esta historia, porque esto apenas comienza.

Lo que siempre quiso y su meta principal era resaltar al arreglista. Las partituras, era lo que llevaba el mayor tiempo y horas de trabajo.

Porfi Baloa y sus Adolescentes es más que una historia, recordemos el valor de un sueño que con mucho esfuerzo se puede lograr y a la vez perderlo, esto significa una atención a aquellas personas que sueñan con algo y creen en ello, aunque nadie pueda comprenderlo. Jamás sabrás lo que eres capaz de lograr.